Higuera (Ficus carica)
Árbol pequeño de hasta 10m, de porte achaparrado y tronco tortuoso. Hojas caducas, muy grandes para lo habitual en la flora ibérica, casi tan anchas como largas, profundamente lobuladas.
Sus flores no son visibles, ya que se encuentran dentro de un receptáculo que en el futuro será el fruto, este tipo de flores están adaptadas a la polinización por larvas de pequeños himenópteros (avispa de los higos), los cuales ponen sus huevos en su interior y los pequeños gusanitos así como la hembra antes de la puesta, arrastrándose, llevan el polen al gineceo (parte femenina) de las flores. Su fruto, el higo, es un sicono, que es en realidad el receptáculo que englobaba a las flores engordado que es la parte carnosa comestible del higo y dentro de él cientos de diminutos frutos (cada “granito” es un fruto).
Sus raíces son muy superficiales y pueden ser muy dañinas para las construcciones a su alrededor. Segrega un látex que puede ser irritante.
No es una especie originaria de la península, pero ha sido cultivada en todo el territorio llegando a asilvestrarse sin mucha dificultad al no requerir suelos especialmente ricos.
Las brevas son la primera producción de frutos en primavera, comienzan a salir en otoño, quedando todo el invierno en el árbol para madurar antes del verano. El higo madura al final del verano. No todas las higueras producen brevas, las que sí lo hacen son llamadas breveras.
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